Los sistemas de presión negativa son tecnología no invasiva, que promueven la cicatrización de las heridas aplicando succión controlada por medio de un dispositivo, para favorecer la formación de nuevos vasos sanguíneos y por lo tanto la llegada de todas las células necesarias para que se dé la cicatrización. Contrae en menor tiempo las heridas, mejora el edema (hinchazón) y se disminuyen los riesgos de infección asociados a manipulación.

Este debe colocarse por medio de un especialista, generalmente posterior a un lavado quirúrgico en quirófano para ayudar a mitigar las infecciones, en algunas ocasiones es necesario que se realicen varios procedimientos quirúrgicos además del mantenimiento de las esponjas y recambios deben realizarse en un ambiente estéril por lo que su realización es en el área de un quirófano.